Bartering, el trueque del siglo XXI

bartering.jpgAunque a principios del siglo XXI pueda parecer obsoleto, el sistema de trueque vuelve a recuperar protagonismo en las relaciones comerciales. El intercambio de productos y servicios se mantuvo hasta que la evolución del mercado impuso el dinero como instrumento de cambio. Hoy, este sistema se ha convertido de nuevo en una interesante alternativa financiera que cada vez contemplan más empresas.

Esta primitiva modalidad de comercio (rebautizada con el nombre de “barter'”) ha vuelto a colarse en los planes estratégicos de las empresas de la mano de Internet. Así, en la red encontramos gran cantidad de páginas especializadas del tipo de “a cambio de” que facilitan el contacto entre firmas interesadas en participar en el trueque.

El funcionamiento del trueque es muy sencillo. El primer paso consiste en anunciarse en mercados de intercambio o redes de trueque, es decir, comunidades de empresas que desean estudiar propuestas de intercambio sin compromiso. Generalmente, hacerse miembro de estas comunidades no supone ningún costo para la compañía. Una vez inscrita en la base de datos, la empresa puede acceder a información sobre otras firmas y lanzarle propuestas a aquéllas que encajen en el perfil de su búsqueda. En el caso de que se alcance un acuerdo, las partes tasan el producto o servicio a canjear para intentar que el trueque se haga efectivo de la forma más justa Y siempre se lleva a cabo sin recurrir al dinero en metálico.

Con gran éxito en EE.UU., España y otros países europeos, los expertos aseguran que en el caso de la pequeñas y medianas empresas este sistema puede llegar a ser la solución a grandes inversiones que de otra manera estas firmas no podrían ni imaginar. No en vano, las ventajas para los usuarios son infinitas: comprar sin movimientos de dinero, incrementar las ventas con las técnicas de compensación, introducir a la empresa en nuevos canales comerciales, optimizar sus resultados financieros o mejorar su productividad, entre otras.

Pero, ¿qué intercambiar?
A la hora de intercambiar, a priori no hay limitaciones. Cualquier producto o servicio es susceptible de ser canjeado por otro. No obstante, lo más común es que las transacciones se lleven a cabo con artículos de primera necesidad para el funcionamiento de la compañía: impresión, informática, regalos de empresa, soportes publicitarios, servicios de promoción, telefonía, vehículos, viajes, ocio o mensajería. En internet el bartering, se convierte en interncambio de banners de publicidad. Suele darse tanto entre portales de tamaño parecido, como en sitios de temática y/o intereses similares (ejemplo: tiendas de una misma ciudad o sitios de fans de un tenista).

Muchos responsables de empresas del sector puntualizan que el barter no es sólo un producto de crisis y que muchas firmas se acercan por primera vez a este sistema porque sienten una gran curiosidad. De cualquier manera hay que reconocer que es, precisamente en épocas de recesión, cuando muchas empresas se han lanzado al intercambio. Es lógico que el producto se desarrolle en situaciones en las que escasea el dinero, ya que se adapta perfectamente a situaciones en las que hay que reducir gastos y aumentar ventas. El mercado del intercambio también propicia que firmas muy pequeñas se relacionen y puedan llegar a acuerdos con grandes multinacionales. Hay pymes que a través del trueque han ganado clientes de gran tamaño, pero con una peculiaridad: la empresa que hoy realiza intercambio, mañana se puede convertir en un proveedor habitual, no por la fórmula de bartering sino por la vía tradicional.

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